lunes, 19 de julio de 2010

En homenaje a vosotros


Las situaciones extremas, los malos momentos, las experiencias poco agradable, la vida misma siempre golpea dos veces. El golpe negativo, el mazazo, la desilusión, siempre va acompañado de una ráfaga de positividad, de satisfacción. Una caricia que permite que tu disgusto se torne en sonrisa. Un hálito de felicidad que ayuda a ir desplazando lo oscuro, lo negativo, lo que a nadie le gusta.

Dejando al margen todo lo sucedido en los últimos días, por no extenderlo a las últimas semanas, hoy me he levantado feliz. Una felicidad que me han proporcionado todas y cada una de las personas que me han apoyado, no sólo en las últimas 72 horas, sino en cualquier espacio de tiempo desde el pasado 3 de septiembre. Y es tan inmensa mi gratitud, que es imposible plasmarla en un papel, ni siquiera, describirla a través de palabras, mis palabras.

Nunca en un año tan solitario como el que me ha tocado vivir he sentido tanta muchedumbre a mi alrededor. Las nuevas tecnologías me han permitido sentir el apoyo de todas las personas que merecen la pena. Redescubrir amigos, adentrarme en la vida de conocidos, saber que muchas personas más o menos cercanas se han acordado en algún momento de mí. Y eso no tiene precio ni palabras ni gestos que ayuden a recompensarlo.

Gracias a mis ex compañeros de trabajo, que siempre han tenido un segundo para apoyarme. Tanto los que compartían el mismo techo, como los que me acompañaban día tras día en el microclima de la ciudad deportiva. Sin olvidar a mis chicos de toda España, a los que conocía a la perfección por nuestras conversaciones telefónicas (Nacho, Agustín...). A aquellos que compartieron redacción en La Cartuja durante unos largos e intensos cinco años, tanto los que se marcharon a otros medios (Samu...), como los que aún continúan luchando por el Correo (Bernardo, Clara...).

A esos amigos que un día compartieron sueños de adolescencia en la Calle Martínez de Medina y que, aunque la vida les ha alejado en el espacio y en el tiempo, han vuelto desde la red para mostrar su empuje (Fede, Macario, Patricia, Álvaro...) A aquellos que cruzaron sus caminos en la facultad (Dolores) o en la vida misma (Marta, Silvia, Alfonso...). A mis chicos del parque (Manoli, Ignacio, María, Puri, Isa, Leonor...)

A mis AMIGOS de toda la vida, los de Brenes, con los que compartí infancia, adolescencia y tantas y tantos momentos. Gracias, mil gracias, por estar ahí aunque nos veamos menos y estemos más alejados. No podría poner nombres y apellidos porque me llevaría hasta mañana. Y vosotros sabéis perfectamente a quiénes me dirijo porque me refiero a todos.

A Javi, Juan Pedro, Óscar, Víctor, Carlos, Ale, Maribel, Sandra, María, Salu, Blanca, Gabi. Por las copitas por el centro, por los encuentros navideños, por mi cumple, por la feria, por el encuentro gastronómico, por los partidos de España, por la final... Y por estar siempre cerca cuando se os necesita.

A Lorena y Manolo, por compartir con nosotros uno de vuestros mejores años. A Mª Ángeles y Manolo. Sin más, a secas, porque con decir sus nombres lo digo todo.

A mis chicos del Club de los Miércoles, con los que he compartido sangre, sudor y lágrimas, y donde he conocido a tanta gente que merece la pena. Mª Trini, Macarena, Anabel, Mª Carmen, Rubén, Juan, Ana, Rocío, Mª Dolores (Lola), Dámaris, Laura...

A mi familia. Sobre todo, a mi familia. Por ser la mejor familia del mundo. La carnal y la política. A mis padres, mis hermanos, mis abuelas, mis tíos, mis primos... A mis suegros, a Blanca. A Ito y a Jóse que leen mi blog y que permitieron que mi año de clausura oliera a azahar, a romero, a incienso, a lavanda... A Nala y a Scotty, que han estudiado conmigo cada tema, que han escuchado cada exposición, que me entienden con sólo una mirada y quienes fueron los primeros en consolarme cuando más lo necesité.

A todos aquellos anónimos, o amigos lejanos, o conocidos... que en algún momento han leído mis pensamientos, mis alegrías, mis frustaciones, mi felicidad, mi pena... desde esta humilde ventanita al mundo.

Y a ti. Porque sin ti la vida no tendría sentido. Yo no sería yo ni mi camino tendría recorrido. Por iluminar mi vida cada día, por levantarme siempre que me caigo, por confiar en mis posibilidades, por ver siempre lo positivo, por apoyarme en todo, por ofrecerme tu mano. Por ser tú. Por estar ahí. Y por aquel arco que construirte un otoño cualquiera.

Y a todas aquellas personas que me he dejado en el tintero pero que están en mi memoria. Sobre todo, los que me han iluminado desde arriba. Siempre.

Gracias, gracias, porque jamás merecí tanto.

6 comentarios:

  1. Cada vez que leo tu blog, y es bastante a menudo, no se como lo haces pero me emocionas...
    Un besito!

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  2. eva, luis nos ha dejado un enlace a tu blog desde el foro...no te preocupes, que al final las cosas van a salir bien...
    Yo cuando hice el mir, baje cerca de 2000 puestos con respecto a las previsiones y los simulacros que venía haciendo...y se me vino el mundo encima y al final ya ves, pude hacer lo que quería y de momento no me ha ido mal...

    No te preocupes que la gente que vale (y tu vales muchisimo) acaba triunfando...así que más pronto que tarde estarás con una sonrisa de oreja por tu éxito profesional (porque la sonrisa por tu éxito personal con "el cabeza" y tu gente al lao es para no perderla nunca).

    No te agobies, que siempre hay una salida y sobre todo no pierdas ni un segundo la confianza en ti misma...

    Besos y ánimo!

    Carlos

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  3. Ánimo Eva, estas cosas no siempre salen a la primera, pero como dice Carlos, tu vales mucho, más tarde o más temprano saldrá, lo importante es no perder la ilusión, mucho ánimo.

    Un beso de Salu y Victor

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  4. Muchas gracias a todos, como ya os decía en el blog porque, además, seguís apoyándome. Ha sido un palo duro porque uno no se espera un resultado así, menos, cuando no lo ha obtenido en su vida. Pero, a veces, les interesa ponerte la zancadilla y eso es lo que me ha ocurrido a mí. No obstante, estos golpes sirven para que te levantes aún con más fuerza y no me voy a rendir. Un besazo a todos.

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  5. No sabes como se queda uno después de leer esto....no encuentro las palabras. Cuando nos veamos te doy un abrazo para que sepas que aqui estamos para lo que necesites y para agradecerte la dedicatoria.
    Siempre pienso que cada uno acaba donde se merece, personal y profesionalmente, y te aseguro que llegarás muy lejos. Un beso mu grande de San y otro mio!

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  6. he stado leyendo distintos articulos de modo aleatório ya que hace tiempo que no visito tu blog.Merece la pena sacar un ratito y leerlo, ¿Cuàndo vas a empezar el libro?.
    Seguro que seria un exito.

    Un beso.

    margarita.

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