jueves, 18 de febrero de 2010

Seis meses en mi nueva vida


Sé que escribo para mí, como siempre me ha gustado hacer. Sé que escucho mis propios pensamientos cuando los plasmo en un papel. Y sé que es la mejor comunicación que conocen mis sentidos. Dame un papel y un boli y podré describirte mis pensamientos, mis padecimientos, mis sentimientos pormenorizadamente, cual Garcilaso de la Vega, a la manera petrarquista. Pero si esperas que alce la voz, que convierta mis pensamientos en acústica, en sonidos y le dé forma en palabras, quizás te arrepientas, quizás mi garganta actúe como filtro. Quizás mi oído reprima mis palabras. Yo soy lo que siento y lo siento en un papel, por escrito, ahí fluyen mis palabras...

Han pasado seis meses desde que abrí este blog invisible, en la nada. Han pasado seis meses desde que decidí cambiar el rumbo. Me agarré a mi timón lo más fuerte que supe, anclé mis pies al suelo o al piso, como dicen nuestros queridos hermanos del otro lado del charco, apreté los dientes, como un día hiciera un ídolo de hace años, y viré mi dirección. Eso sí, con una mano en el hombro. Una presencia férrea que me ha ayudado mucho más de lo que él se piensa. Un respaldo, un aliento, un compañero de camino... algo que siempre eché de menos y nunca eché en falta hasta que lo supe a mi lado. En aquel momento era un mar de dudas (expresión coloquial de la cantidad), una duda metódica y constante, un sin fin de inquietudes y desconocimiento. Hoy soy otra persona. Más segura, más paciente, más motivada... En una palabra. Vuelvo a ser feliz aunque no tenga nada de lo que querría tener mucho. Hoy, casualmente, me he topado con una cita célebre que un día emitió Sartre y que me he calzado a la perfección: "La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace". No pudo estar más acertado el galo. Gracias por dejarme en el camino una frase que hoy hago mía.

Escribí un post y me olvidé del tema... Creo que es hora de retomar este diario personal que queda en el aire. Puede ser un buen compañero de viaje aunque hayan pasado seis meses a una velocidad de vértigo. Abro la puerta a mi vida. Pasen y vean.

6 comentarios:

  1. !Que bien sabes transmitir a traves de la escritura! y ¿sabes una cosa? todos hemos notado tu cambio.Saber encontrar la felicidad en lo cotidiano es lo mejor que podemos tener.
    Marga

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  2. ¿os ha gustado el blog? Al menos me entretengo un poquillo en mis descansillos de estudio. Algunos llegan a este mundo con la virtud de hacer música, otros con la capacidad de pegarle bien a una pelotita... en esa línea, creo que mi don está en escribir pero eso, desgraciadamente, no da dinero.

    Gracias por pasaros.

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  3. Las pequeñas parisinas4 de marzo de 2010, 14:47

    Tienes un monton de cosas a tu alrededor que te van a ayudar a ser feliz pero no dejes que nada ni nadie le quite el brillo a aquello que anhelas. No pierdas de vista nunca el boli.´

    " Las pequeñas parisinas"

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  4. Me gusta eso de "las pequeñas parisinas". Y el boli lo tengo adherido a mi mano derecha. Los temas de oposiciones van a mano.

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  5. David Martín Lozano21 de julio de 2011, 14:12

    "Sé que escribo para mi...", pues con el talento que de lejos se ve que atesoras estoy convencido que en algún momento escribirás para mucha más gente. Sea por hobbie, porque te sirva de terapia, o porque simplemente tienes ese don y escribes por instinto, NUNCA DEJES DE HACERLO!!

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  6. Acabo de ver tu comentario, David. Mil gracias por tus palabras. En realidad, escribo desde que tengo uso de razón y no podría vivir sin dejar constancia de mis impresiones. Gracias por estar ahí.

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