miércoles, 26 de mayo de 2010

Esperanzas


Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla
donde yo no me hallo, no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Apenas tengo tiempo para poder dedicar mimos y acaricias a mi blog. Este paréntesis en mi día a día que me está ayudando a aliviar el arduo peregrinar que inicé hace casi nueve meses. Resta un mes para el desenlace y, pese al cansancio, el agotamiento mental, los obstáculos, las dificultades latentes, continúo teniendo esperanzas. Para lo bueno o lo malo, comienzo a vislumbrar el final del camino. La meta se aproxima.

4 comentarios:

  1. Únicamente te resta la última curva de tu Alpe d'Huez particular. Aprieta los dientes y busca el oxígeno necesario. Nosotros estaremos ahí para darte todo nuestro aliento.

    Ya se ve la meta!

    ResponderEliminar
  2. Se agradece muchísimo el apoyo. En estos momentos, la mente ya va por libre y empieza a abandonar el corazón. Será lo que será.

    ResponderEliminar
  3. Será un triunfo porque el buen trabajo se recompensa.

    ResponderEliminar